Dermatofitosis felina

Es una infección superficial de la piel ocasionada por hongos, recibiendo en ocasiones el nombre de "tiña". Es un problema contagioso que podemos encontrar sobre todo en gatitos o gatos inmunosuprimidos, pero también puede transmitirse a otras mascotas de la casa e incluso al humano, sobre todo si existe algún estado de inmunosupresión.

El estrés favorece la presentación de esta enfermedad, así como que los gatos se encuentren hacinados o en malas condiciones de higiene o de alimentación. Los gatos de pelo largo, como por ejemplo, los de la raza Persa, se ven más afectados que los gatos de pelo corto.

Las lesiones dermatológicas son extremadamente variables, puede haber zonas circulares sin pelo, aunque también puede haber una pérdida de pelo generalizada, enrojecimiento de la piel, descamación y costras. Puede o no haber comezón. Es importante mencionar que en gatos la apariencia de las lesiones puede ser tan diversa que ante cualquier lesión dermatológica está indicado descartar la infección por hongos.

Generalmente se propaga a través del contacto directo con otros animales infectados o con esporas en el ambiente. Vale la pena aclarar que el contagio puede ocurrir a partir de gatos con la enfermedad pero también a partir de aquellos que sean portadores asintomáticos, es decir, en los que la infección no causa lesiones en piel, pero sí puede ser transmitido a otros animales.

           
Lesiones en orejas en pacientes afectados por dermatofitosis  (foto 1 y 2)
Gato afectado por M. canis con fluorescencia con lámpara de Wood (foto 3)
Lesión de tutora de gato con dermatofitosis (foto 4)

El diagnóstico debe incluir:

  1. Pruebas dermatológicas de primera intención. Examen dermatológico, evaluación con lámpara de Wood y tricografía; en éstos se pueden encontrar cambios sugerentes de la infección, sin embargo, si no existen, no se descarta la posibilidad de la infección. También debe realizarse raspado para descartar otras infecciones dermatológicas que pueden dar los mismos signos, como pulgas y ácaros. Además, en algunas ocasiones se puede realizar el diagnóstico con examen microscópico del pelo.
  2. El diagnóstico definitivo se realiza mediante el cultivo del pelo, la desvantaja es que puede tardar 15 días en tener resultados. Algunas cepas de M. canis pueden ocasionar fluorescencia cuando el pelo se examina con la luz ultravioleta. Sin embargo, esto no da un diagnóstico definitivo, sólo nos indica de donde podemos tomar las muestras para ser enviadas a cultivo; algunas cremas  pueden dar falsos positivos o algunas cepas pueden no fluorescer.
  3. Como esta enfermedad puede estar favorecida por un estado de inmunosupresión, se recomienda descartar enfermedades que deprimen el sistema inmune, como Leucemia Viral Felina y SIDA felino. También se debe tomar una historia clínica detallada en búsqueda de factores de estrés que puedan favorecer la infección.

Existen varias opciones de tratamientos tópicos o sistémicos y en la mayoría de los casos se requiere del uso de ambos; el médico veterinario le dará la recomendación pertinente de acuerdo a las características del paciente y al grado y distribución de las lesiones. 

Es importante mencionar que generalmente el tratamiento es largo y a veces frustrante, pero es muy importante ser constantes para poder lograr eliminar esta infección antes de que se propague en el paciente y/o a los miembros de la familia. 

  •   Tratamiento tópico, mediante la aplicación de cremas o soluciones antifúngicas en lesiones localizadas y también mediante baños medicados, cuando haya lesiones en varias partes del cuerpo, siempre y cuando se puedan seguir las siguientes indicaciones generales del baño:
  • El paciente debe estar habituado al baño, para poder mantener la seguridad del paciente como de la persona que realiza el procedimiento.
  • Debe realizarse en una habitación cerrada, donde ya se cuente con todo lo necesario y con temperatura cálida, evitando corrientes de aire. 
  • Realizar cepillado antes del baño.
  • Utilizar agua tibia y comenzar a mojar al gato lentamente de la cola hacia la cabeza.
  • Utilizar el shampoo recomendado por su médico veterinario.
  • Hacer que se forme espuma y dejarlo actuar por el tiempo que su médico indique.
  • Enjuagar perfectamente bien (si se quedan restos del producto puede ocasionar comezón posteriormente).
  • Secar a la perfección. Si el gato se queda mojado después del baño no solamente tendrá mucho frío, la humedad favorece el desarrollo de los hongos.
  •   Tratamiento sistémico, mediante la administración de fármacos por vía oral por periodos prolongados, bajo supervisión y monitorización del médico veterinario. Afortunadamente existen fármacos muy efectivos que tienen además la ventaja de una fácil administración con alimento húmedo.

Es muy importante tomar en cuenta que el tratamiento debe ir acompañado de control ambiental para prevenir la diseminación y contínua reinfección; es necesario eliminar el organismo que es capaz de persistir en el ambiente por más de un año. Se debe limpiar, lavar y aspirar todo frecuentemente y cuando sea posible, utilizar diluciones de cloro (1:10) para limpieza de superficies. Todo el equipo que se utilice para la limpieza y cuidados del gato también debe ser desinfectado.

Es frecuente que el paciente presente mejoria de las lesiones sin que se haya eliminado el hogo de su pelo, por lo que para suspender el tratamiento lo indicado es obtener 2 cultivos negativos con 1-2 semanas de intervalo.

La dermatofitosis es zoonosis, es decir, se puede contagiar al humano; si usted presenta lesiones, debe acudir con su médico de confianza.

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