Es una infección superficial de la piel ocasionada por hongos, recibiendo en ocasiones el nombre de "tiña". Es un problema contagioso que podemos encontrar sobre todo en gatitos o gatos inmunosuprimidos, pero también puede transmitirse a otras mascotas de la casa e incluso al humano, sobre todo si existe algún estado de inmunosupresión.
El estrés favorece la presentación de esta enfermedad, así como que los gatos se encuentren hacinados o en malas condiciones de higiene o de alimentación. Los gatos de pelo largo, como por ejemplo, los de la raza Persa, se ven más afectados que los gatos de pelo corto.
Las lesiones dermatológicas son extremadamente variables, puede haber zonas circulares sin pelo, aunque también puede haber una pérdida de pelo generalizada, enrojecimiento de la piel, descamación y costras. Puede o no haber comezón. Es importante mencionar que en gatos la apariencia de las lesiones puede ser tan diversa que ante cualquier lesión dermatológica está indicado descartar la infección por hongos.
Generalmente se propaga a través del contacto directo con otros animales infectados o con esporas en el ambiente. Vale la pena aclarar que el contagio puede ocurrir a partir de gatos con la enfermedad pero también a partir de aquellos que sean portadores asintomáticos, es decir, en los que la infección no causa lesiones en piel, pero sí puede ser transmitido a otros animales.
El diagnóstico debe incluir:
Existen varias opciones de tratamientos tópicos o sistémicos y en la mayoría de los casos se requiere del uso de ambos; el médico veterinario le dará la recomendación pertinente de acuerdo a las características del paciente y al grado y distribución de las lesiones.
Es importante mencionar que generalmente el tratamiento es largo y a veces frustrante, pero es muy importante ser constantes para poder lograr eliminar esta infección antes de que se propague en el paciente y/o a los miembros de la familia.
Es muy importante tomar en cuenta que el tratamiento debe ir acompañado de control ambiental para prevenir la diseminación y contínua reinfección; es necesario eliminar el organismo que es capaz de persistir en el ambiente por más de un año. Se debe limpiar, lavar y aspirar todo frecuentemente y cuando sea posible, utilizar diluciones de cloro (1:10) para limpieza de superficies. Todo el equipo que se utilice para la limpieza y cuidados del gato también debe ser desinfectado.
Es frecuente que el paciente presente mejoria de las lesiones sin que se haya eliminado el hogo de su pelo, por lo que para suspender el tratamiento lo indicado es obtener 2 cultivos negativos con 1-2 semanas de intervalo.
La dermatofitosis es zoonosis, es decir, se puede contagiar al humano; si usted presenta lesiones, debe acudir con su médico de confianza.