El comportamiento de rascado es normal, instintivo, y lo llevan a cabo todos los gatos por varios motivos:
La mayoría de los gatos son atraídos por las texturas rugosas, o algo en lo que puedan clavar sus garras. Algunos gatos prefieren rascar en superficies verticales, otros, horizontales. Cuando el rascado es para marcar territorio, el gato suele hacerlo en zonas de paso dentro de casa (como puertas y pasillos) y zonas de paso entre el interior y exterior de la casa (como puertas y ventanas). Cuando el rascado es para estirar sus músculos, generalmente lo hacen cerca del lugar de descanso.
El comportamiento de rascado no es una enfermedad, el problema aparece cuando el gato rasca en lugares inapropiados… para el humano. Dado que no hay forma de lograr que un gato deje de hacerlo, el objetivo es dirigir el rascado a las áreas que se consideran apropiadas.
1. Proveer rascadores donde el gato pueda llevar a cabo el comportamiento de rascado
Un error común es colocar el rascador en lugares escondidos, donde son convenientes, donde no se ven, donde no estorban. Pero la localización del rascador es fundamental para favorecer su uso. Si el gato actualmente rasca en un lugar indeseado, hay que considerar que el lugar tiene una importancia particular para él, por lo que el rascador debe ser colocado muy cerca de este lugar y poco a poco irlo moviendo hacia una ubicación más apropiada.
Los gatos rascan después de despertar, por lo que colocar un rascador cerca de su lugar de descanso puede ser una buena idea. Los gatos necesitan dejar marcas visuales en lugares familiares, cercanos a donde pueden ser observados por otros gatos o que son muy transitadas.
Se les debe enseñar a los gatos a utilizar los rascadores, lo que se puede hacer jugando con ellos muy cerca del rascador, colocando catnip y/o premios en el rascador y recompensando de forma positiva cuando el gato utilice el rascador.
2. Cortar uñas de forma regular para evitar daño a muebles (solo gatos de interiores)
La frecuencia con la que se debe realizar depende del estilo de vida del gato. Después del corte de uñas, es importante premiar con un refuerzo positivo.
3. Uso temporal de fundas para uñas
Las fundas evitan el daño en los lugares de rascado inapropiado; se adhieren a la uña mediante la utilización de pegamentos especiales y deben ser reemplazadas en promedio cada mes.
4. Uso de feromona interdigital felina
Su aplicación en el rascador apropiado induce el rascado en el mismo ya que además del estímulo olfativo, es de color oscuro y la colocación vertical deja marcas visibles. Se debe aplicar el producto diario por una semana y después un refuerzo en la tercer y cuarta semana (la segunda semana no se administra el producto); una vez que el gato comienza a utilizar el rascador, sus propias marcas favorecerán su uso.
Se puede utilizar también la fracción 3 de la feromona facial felina en la zona donde no se quiere que el gato marque con rascado.
5. Proveer enriquecimiento ambiental
El rascado puede incrementar en gatos con ansiedad, estrés, búsqueda de atención o falta de percepción de un ambiente seguro, lo que puede disminuir con enriquecimiento ambiental. La ansiedad puede empeorar en casos de regaño y castigo, por lo que se encuentran contraindicados (además de que el gato puede aprovechar para rascar en los momentos en los que el responsable no está presente para castigarlo).
6. Bloquear acceso o hacer los lugares inapropiados donde rasca el paciente indeseables
Una vez que ya se haya ofrecido un rascador apropiado para el gato (en el lugar adecuado), se puede bloquear el acceso a los lugares de rascado inapropiado, ya sea retirando el objeto o colocando en él material aversivo para el gato, como tiras de adhesivo doble cara o papel de aluminio. Las marcas visuales y olfativas tienen un efecto de autorefuerzo para que el gato tenga la conducta de rascado, por lo que se deben borrar y limpiar.
¡Ni lo pienses! El retiro quirúrgico de las uñas no es un procedimiento aceptable
El procedimiento consiste en el retiro de la última falange de los dedos del gato donde se origina la uña, lo que implica la amputación irreversible de la tercer falange con consecuencias físicas, emocionales y comportamentales.
Las garras son esenciales para el balance, movilidad y sobreviviencia. Es una cirugía muy dolorosa con un serie de posibles complicaciones agudas y crónicas, dentro de las que se encuentran contractura de tendones, cambio de peso hacia pélvicos con la consecuente pérdida de balance, dolor agudo y crónico, infección, trauma nervioso, claudicación y problemas de comportamiento.
Someter a los gatos a este procedimiento limitaría la respuesta ante un evento adverso, además de que genera inseguridad, por lo que son gatos que pueden ser más agresivos y elusivos; con mayor tendencia a morder. Incluso, algunos generan aversión a su arenero por el dolor que sienten al momento de rascar su arena, orinando y defecando en lugares inapropiados.
