LLegada de un gatito a casa

La recién llegada de un gatito en casa es un acontecimiento que genera mucha emoción; es probable que el primer impulso sea dejarlo libre para que conozca su nuevo hogar, sin embargo, debes considerar que los gatos se caracterizan por ser neofóbicos y territoriales, por lo que debes resistir esa tentación y seguir estas recomendaciones: 

Llegando a casa

Coloca la transportadora en un cuarto pequeño, tranquilo y seguro, que no tenga lugares por los que el gato pueda escapar y abra la puerta; cuando se sienta seguro, saldrá de la transportadora para explorar. En dicho espacio debe haber agua fresca, comida, arenero, camita, juguetes y un sitio de seguridad (por ejemplo, una caja de cartón con una cobijita o toalla, donde el gato se pueda esconder y no sea molestado). La primera noche puede ser difícil ya que regularmente los gatitos maúllan y no se duermen tan fácilmente al sentirse en un entorno extraño, pero paulatinamente este comportamiento debe disminuir.

Conociéndose

Cuando acabas de adoptar a un gatito todo es nuevo para él, hasta tú. Lo más importante para comenzar la relación es no forzar al minino a que interaccione contigo; dale su espacio y ayúdale a que te relacione con experiencias positivas. Para ello cada vez que entres en la habitación ofrécele un poco de comida, juega con él y si te lo permite, acarícialo. Así, poco a poco, te ganarás su confianza.

Conociendo el resto de la casa

El tiempo que el gato necesita permanecer en el cuarto es muy variable, ya que para algunos gatitos bastan un par de horas para querer salir a explorar mientras para que para otros toma días... o meses. Puedes intentarlo cuando el gato muestre interés por salir y no se vea asustado.

Cuando hay otros gatos en casa

El proceso de introducción se complica cuando hay otros gatos en casa, dado que son sumamente territoriales: en vida libre son cazadores solitarios y no aceptan con facilidad nuevos compañeros. Esto nos obliga a tomar todas las medidas necesarias para procurar que los gatos aprendan a convivir. Puede implicar mucho esfuerzo y cuidados, pero una vez que se logra resulta muy benéfico para ambos gatos; se harán compañía, serán amigos de juegos y se acicalarán mutuamente. La introducción debe ser gradual con la finalidad de aumentar las posibilidades de que al final la convivencia sea tranquila y en armonía. 

¿Cuáles son los signos clínicos?

Es muy importante evitar el contacto físico entre el (los) gato (s) que ya tenemos en casa (residentes) y el gato nuevo. Es muy difícil resistir la emoción de introducir un amigo de forma inmediata, pero existen tres poderosas razones para no realizar esto:

  1. Hacer una cuarentena de por lo menos 15 días para asegurarse de que el gato nuevo no está incubando alguna enfermedad contagiosa que pueda transmitir al (los) gato (s) residente (s).
  2. Aprovechar este periodo para llevar al gato a una revisión médica en la que se actualice su calendario de vacunación y desparasitación, además de que se descarten enfermedades contagiosas como Leucemia Viral Felina y SIDA felino.
  3. También se debe de actualizar el calendario de vacunación y desparasitación del (los) gato(s) residente(s), puesto que deben estar protegidos para cuando entren en contacto con el gato nuevo.

A lo largo del proceso de introducción es conveniente premiar todas las conductas deseables que muestren tus gatos: tranquilidad, posturas corporales amistosas, juego, etc. Los premios pueden ser alimento, caricias, palabras afectuosas, juguetes, juego, etc.

PRIMERA ETAPA:

Territorios cercanos pero sin contacto visual ni físico.

En esta etapa debes evitar que los gatos tengan contacto físico o visual sin supervisión, con ello evitarás que reaccionen inadecuadamente (con miedo o agresión) y se asocien mutuamente a una situación desagradable. No debes forzar las interacciones ya que los gatos tienen su propio tiempo para habituarse a la presencia de un nuevo inquilino en casa.

Antes de presentar a los gatos frente a frente debes permitir que se habitúen a la presencia uno del otro, es decir, que se familiaricen a sus olores y a sus sonidos; para ello puedes permitir que se oigan y se huelan a través de la puerta del cuarto donde está el gatito nuevo.

A. Creando olores comunales.

A través del olfato los gatos detectan sustancias químicas llamadas feromonas, las cuales son secretadas por otros gatos y les permite reconocerse y crear lazos entre sí. Mediante las feromonas los gatos que viven en la misma casa crean un olor comunal para reconocerse. Para ayudar a sus gatos a crear su olor comunal, se puede frotar con una gasa los sitios donde se secretan las feromonas: las mejillas, la barbilla y la base de la cola del gato de la casa y después se coloca la gasa bajo el plato de comida del nuevo gato. Repite el mismo procedimiento pero ahora frotando al gato nuevo y colocando la gasa bajo el plato del gato de casa. Esto nos ayudará a que asocien el olor del otro gato a un recurso valioso (alimento.) 

B. Cambio de territorio.

Una vez que has permitido que los gatitos conozcan sus olores y sus sonidos a través de una puerta, puedes rotar territorios por un par de horas, permitiendo que el gatito nuevo conozca el resto de la casa y que el gato de la casa reconozca y se familiarice con el cuarto que ha sido el territorio del gatito nuevo. Con esta actividad ambos gatos dejarán su olor en el territorio contrario y ayudará a que se familiaricen.

SEGUNDA ETAPA:

Contacto visual sin contacto físico.

En este punto los gatos ya están familiarizados uno a la presencia del otro, sin embargo aún no están listos para estar frente a frente; así que se puede dejar que se vean pero no que se toquen (para evitar posibles agresiones).

Presenta a los gatos a través de una ventana o puerta de cristal para que puedan verse sin que tengan contacto físico. Mientras esto ocurre es conveniente ofrecerles algún premio para que asocien la experiencia con algo positivo, teniendo cuidado de no premiar posturas de agresión o miedo, si se presentan posturas corporales compatibles con estas conductas, se debe retirar el premio y continuar con la sesión algunos minutos después pero a una distancia mayor entre los gatos. Es recomendable realizar esta actividad dos o tres veces al día hasta que los gatos se vean relajados y no haya posturas agresivas.

Durante el tiempo en el que no se están realizando las sesiones de habituación a contacto visual, los gatos permanecerán en sus territorios correspondientes, pudiendo continuar con el intercambio de territorios durante algún momento del día y creando olor comunal.

TERCERA ETAPA:

Contacto físico.

En esta etapa se permite a que los gatos tengan contacto físico de forma paulatina y controlada; para ello se echa mano de un recurso valioso para ellos: el alimento. Para el primer acercamiento, hay que colocar un plato con alimento apetecible para los gatos (alimento húmedo o un poco de atún) cerca de la puerta del cuarto, así se sentirán atraídos a acercarse uno al otro para obtener un recurso valioso. Este ejercicio se realiza en varias sesiones durante unos cuantos días.

En la siguiente fase se colocan platos con comida en esquinas opuestas de una habitación con la finalidad de que los gatos convivan dentro de un mismo espacio. Al principio requerirán supervisión, pero paulatinamente los gatos tolerarán estar dentro de la misma habitación y se mostrarán cada vez más tranquilos ante la presencia uno del otro. Crear lazos de amistad les tomará un par de días, pero una vez que hemos llegado a este punto de convivencia entre nuestros mininos podremos decir que la introducción fue exitosa.

Otras situaciones donde estas recomendaciones también son útiles:

Cuando te mudas de casa, cuando vas de vacaciones un periodo prolongado y decidiste llevar a tu gato, cuando tu gato salió de casa (por ejemplo, a la clínica veterinaria) y cuando regresa a casa y no es aceptado por los otros residentes (porque huele o se ve diferente). Pueden ser cambios muy sutiles, incluso difíciles de comprender para nosotros los humanos, pero para los gatos son muy importantes.

Última recomendación:

Ten paciencia; saltarte algún paso puede derivar en problemas que culminen en que el gato tenga que ser reubicado o vivas en una situación tensa el resto de su vida.

En todo este proceso Feliway (difusor y spray) es un producto hecho a base de la feromona facial felina o "marcador de felicidad" que liberan los gatos que puede ayudarte a que los gatos nuevos y residentes tengan una sensación de tranquilidad y bienestar que facilitará la introducción. Así mismo, Feliway Friends (difusor) es un análogo de la feromona materna de la gata, que produce vínculo armonioso de forma natural en la camada y también te podrá ayudar con la introducción de un nuevo gato a casa.

F: Feliway MEXICO

feliway.com/mx

 

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